domingo, 15 de diciembre de 2013

1407 Graymalkin Lane - 1x13 (Season Finale - Part 2)

A miles de metros por encima de Genosha, el agente de Arma X conocido con el nombre en clave de “Wolverine” cae al vacío con el único paracaídas que había en el avión pegado a su espalda. Sonríe al pensar que el avión ya se habrá estrellado mandando al infierno tanto al tal “Cíclope” como al traidor de Alex Summers. Un rayo carmesí golpea por la espalda a Logan, dejando claro que Scott ha saltado del avión junto a su malherido hermano, Alex. Aprovechando el aturdimiento de Logan, Scott consigue arrebatarle el paracaídas. Por un segundo el joven Summers piensa en salvar tanto la vida de su hermano como la del cabrón canadiense que ha intentado matarlos, pero éste último pesa como si llevara los huesos forrados de hierro y el paracaídas no aguantará tanto peso. Dejando caer a Logan al vacío, Scott sostiene a su hermano con fuerza mientras ve como el viento los lleva camino de las costas de Genosha…
Parece que Pietro no volverá
a correr en una temporada...

No muy lejos de allí, al mismo tiempo, Eric y Jean se encuentran de nuevo en el cubil subterráneo que sirve de cuartel general para el general Fabian Cortez y las mermadas fuerzas rebeldes de Genosha. El lugar se ha convertido en un improvisado hospital de campaña donde se intenta curar y aliviar a las docenas de mutantes que, con la ayuda de Eric y – sobre todo – Jean, han conseguido rescatar de una de las “granjas” genoshanas. Cortez informa a Eric de la terrible verdad sobre este país: Genosha es el centro neurálgico de una red internacional de tráfico de órganos. Órganos de mutantes que posteriormente son implantados a clientes capaces de pagar astronómicas cifras con tal de disfrutar de una visión de rayos X o de hacerse una transfusión de sangre mutante que les permita desarrollar una fuerza sobrehumana u otras capacidades asombrosas. Eric, que penas ha terminado de digerir aun la atrocidad que le narra Cortez, escucha las pocas palabras que consigue pronunciar su debilitado hijo, Pietro, antes de volver a caer inconsciente: “Pro… proyecto… Exter… Exterminio…”. Y pronuncia las palabras señalando una de las pantallas del cuartel general, en la que se ven noticias sobre la inminente visita de inspectores de las Naciones Unidas a Genosha tras la crisis sufrida.

Entre tanto, en Estados Unidos, Bolivar Trask contempla esas mismas imágenes en uno de los monitores que hay en el centro de mando de la unidad móvil de Arma X. Allí se encuentra retenido Charles Xavier, cuyos poderes psíquicos se encuentran anulados por un extraño casco. Trask deja claro que de no ser porque le han dado órdenes específicas de mantenerlo con vida, habría dejado que su prototipo Nimrod hubiese acabado con la vida de Xavier. Éste intenta mantener la compostura, asegurando a Trask que no conseguirá lo que se propone: que su creación morderá el polvo. Antes de marcharse, y sin dejar de mirar las imágenes procedentes de Genosha, Trask dedica una última frase a Xavier: “No puedes parar lo que está a punto de pasar, Charles.”

A cientos de kilómetros de allí, en las costas de Genosha, un niño que trataba de pescar algo entre las rocas presencia como Scott sale del agua, llevando consigo a su hermano Alex. Éste ha perdido mucha sangre y Scott trata por todos los medios de frenar la hemorragia que sufre. Tan enfrascado está en la labor que a punto está de ser pillado por sorpresa por Logan quien, pese a las terribles lesiones, ha conseguido sobrevivir a la caída. Su regeneración le permite mantenerse en pié… pero no evita que, de nuevo, Scott lo deje fuera de juego con uno de sus rayos ópticos. Si bien las garras parece que no le servirán de argumento, Logan huele la sangre que emana del cuerpo de Alex. El canadiense advierte a Scott que su hermano no saldrá de ésta con vida sin un hospital. Él conoce Genosha y puede ayudarle. Scott preferiría nadar entre cocodrilos hambrientos antes que tener a esa mala bestia de guía en suelo hostil… pero acepta sabiendo que no le queda elección.

No muy lejos de allí, en el cubil de la resistencia genoshana, Fabian Cortez revela a Eric y Jean lo que Pietro quiso decir con “Proyecto Exterminio”: al parecer, el gobierno de Estados Unidos sabía perfectamente lo que pasaba en Genosha (de ahí su respuesta tan inmediata cuando se inició toda la crisis) Sin embargo, si los inspectores de las Naciones Unidas llegasen a descubrir las “granjas”, estallaría un escándalo que provocaría un terremoto político a escala internacional. Para evitarlo, el presidente genoshano dispone de un dispositivo que está conectado a todas las granjas que hay repartidas por la isla. Con pulsar un solo botón, las convertirá en cenizas… borrando toda prueba de las atrocidades allí cometidas. Hay docenas de granjas y los inspectores aterrizarán en Genosha en apenas cinco horas. La única opción es evitar que el presidente Moreau active el dispositivo. Y para ello sólo hay un camino: asaltar el parlamento de Genosha, el edificio en el que Moreau se ha recluido desde el inicio de la crisis. Cortez afirma que intentar un asalto al parlamento es poco menos que imposible – sobre todo con unas fuerzas tan diezmadas como las suyas. Sin embargo eso no parece intimidar ni a Eric ni a Jean. Ambos, tras lo visto y vivido en el asalto a la “granja”, parecen más dispuestos que nunca a plantar batalla.

Entre tanto, en los Estados Unidos, Xavier permanece recluido en el interior del camión que sirve de puesto móvil de Arma X, bajo la vigilancia de Mystique: la agente multiforme que se hizo pasar por Jean. Xavier la recuerda vagamente, de cuando él trabajó para Arma X. Pese al rencor que ella parece guardarle – puesto que lo considera un terrorista al mismo nivel que Eric Lensherr – Xavier consigue convencerla para que lo libere. Finalmente, la convence explotando que Trask parece obsesionado con agredir a los que, como la propia Mystique, hacen gala de capacidades sobrehumanas. Xavier le asegura que la isla Muir no es ningún nido de terroristas como ha podido definirlo Trask, sino un refugio en el que hay gente como ellos, gente con poderes especiales… y que muchos de ellos son jóvenes. Incluso niños. Habiéndolo liberado de las esposas y despojándolo del casco, la agente “Mystique” entrega una llave inglesa a Xavier y le pide que, antes de escapar, la deje inconsciente: “esto tiene que parecer real, ¿vale?”.

Poco después, en Genosha, Eric y Jean viajan a bordo de uno de los todoterrenos de los magistrados genoshanos que pudieron robar en la “granja” que asaltaron. Llevando uniformes y acompañados por Cortez, viajan rumbo a la capital: Hammer Bay. Viendo que Jean parece nerviosa e insegura, Eric trata de calmarla asegurándole que está orgulloso de cómo se está comportando sobre el terreno: le asegura que la considera tan importante como si fuese uno de sus hijos. Antes de que Jean pueda siquiera responder, el todoterreno pega un frenazo. Un cuerpo yace en mitad de la carretera. La distracción basta para que Scott salte de entre los matorrales, dispuesto a atacar a quienes cree magistrados. Sin embargo, cual no será su sorpresa al comprobar que aquel al que estaba a punto de golpear con una barra de hierro… es Jean. La confusión se apodera tanto del joven Summers como de Jean y Eric, que apenas si pueden reaccionar. Para cuando cae en la cuenta de que Logan ha aprovechado ese momento para escapar, Scott corre intentando seguirle. Sin embargo, es inútil: el canadiense se ha escabullido… y Scott descubre que se ha llevado con él a su malherido hermano Alex.

A cientos de kilómetros de allí, en Estados Unidos, el agente de Arma X “Sabertooth” Creed regresa de hacer sus necesidades en el bosque, encontrando las compuertas del camión abiertas. Intuyendo problemas, olfatea el aire y capta el rastro de su viejo conocido, “Charlie” Xavier. “Sabertooth” Creed se mueve entre los árboles, muy cerca de donde se esconde el profesor. Sin embargo, antes de que lo encuentre, Xavier consigue entrar en su mente: sin el casco anulando sus poderes, apoderarse de su voluntad le resulta sencillo. Creed se da la vuelta y, mirando a Xavier, le dice: “Tu mandas, Charlie… ¿A dónde vamos?” Charles se limita a mirar en dirección a Isla Muir, esperando que no sea demasiado tarde.

Entre tanto, de vuelta a Genosha, el reencontrado grupo de Eric, Jean y Scott se pone al día mientras atraviesan el sistema de alcantarillado que recorre el subsuelo bajo el impenetrable parlamento genoshano. Pese a que sabe que su hermano corre peligro, las palabras de Eric convencen a Scott de que evitar la muerte de cientos de personas es más importante que una única vida… aunque sea la de Alex. Cortez hace una señal al resto del grupo, mostrándoles una red de láseres que recubren las alcantarillas que pasan bajo el parlamento. Habiendo visto al otro lado del túnel el panel de control de los láseres, Jean indica a Scott que lance un rayo óptico concentrado contra ellos. El plan funciona y el grupo se dispone a acceder al interior del parlamento… justo cuando se descubre que Logan los ha seguido desde el primer momento. El ataque del canadiense, pese a que no evita que el equipo acceda al edificio, logra que se vean obligados a tomar caminos separados. De esta manera, mientras Scott y Jean deben hacer frente a las tropas de los magistrados que irrumpen en la planta baja ante el sonar de las alarmas; Eric, acompañado de Cortez, va subiendo piso por piso, cubriéndose las espaldas mutuamente mientras avanzan hasta la última planta.

Al mismo tiempo, en Estados Unidos, Xavier llega hasta las puertas de la Isla Muir. El rastro de destrucción que hay en el exterior deja claro que Nimrod debe encontrarse ya dentro. Xavier parece dispuesto a usar a “Sabertooth” Creed para enfrentarse a la creación de Trask, pero “Mystique” se lo impide: “dices que haces todo esto para salvar a los que son como nosotros… y quieres usar a mi compañero como chaleco antibalas.” Aun sabiendo que es prácticamente un suicidio, Xavier decide dejar fuera a Creed y se interna él solo en los pasillos de las destrozadas instalaciones de Isla Muir.

El parlamento genoshano.
Entre tanto, en Genosha, Jean y Scott han conseguido subir bastantes pisos hasta llegar a un enorme patio al aire libre, ubicado en una de las últimas plantas del rascacielos que sirve de parlamento a Genosha. Mientras un helicóptero de combate sobrevuela las inmediaciones, buscándolos; Jean cura alguna de las heridas de Scott… mientras él se da cuenta que si ha dejado atrás a su hermano es algo más por salvar cientos de vidas: lo ha hecho por seguir a Jean. Antes que Scott pueda decir nada, la voz de Logan lo interrumpe. Cuando miran en esa dirección, Jean y Scott ven como el canadiense, escoltado por varios soldados genoshanos, retiene a un inconsciente Alex Summers, poniendo sus garras en su gaznate.

“¿Has perdido algo… “Cíclope”? ¡Sé que andas por aquí! ¡Puedo olerte, canijo! ¡A ti y a esa zorra pelirroja! ¡Entregaos!” - James Howlett (Codename: "Wolverine")

Al mismo tiempo, Eric y Cortez consiguen llegar hasta el inmenso despacho del presidente genoshano, David Moreau. Éste, sin embargo, parece extrañamente calmado a pesar de las amenazas de Eric. De hecho es el propio Eric quien recibe un fuerte culatazo por la espalda, revelándose la traición de Cortez.

A miles de kilómetros de allí, en Estados Unidos, Xavier recorre los desolados pasillos de las instalaciones de Isla Muir, contemplando los destrozos ocasionados por la imparable creación de Trask. Al girar una esquina está a punto de ser atacado por una asustadísima Moira McTaggert, quien le cuenta lo que ha pasado: le describe como un extraño individuo vestido de negro ha irrumpido, dejando fuera de combate al personal de seguridad. Ni siquiera pudieron frenarlo aquellos dotados de poderes como los pacientes que había traído Xavier en el pasado (como el indestructible Cain Marko o la ex – agente de Arma X, “Rogue”). Moira le dice que ha llevado los cuerpos de aquellos que tenían poderes a la morgue. Y que se ha encerrado allí con ellos. Xavier mira escaleras abajo, sabiendo que ha llegado la hora de enfrentarse a la creación de Trask.

Entre tanto, en la terraza-atrio del paralmento genoshano, Scott planta cara al amenazante canadiense, provocándole lo suficiente como para que, habiendo perdido los nervios, Logan tenga un arranque de furia y salte sobre él. Con un certero rayo óptico, Scott arroja al canadiense por los aires, haciéndolo caer por la cornisa. Viendo caer a Logan, los magistrados entran en acción – tanto el escuadrón que lo escoltaba como el helicóptero que ha sobrevolado la terraza desde el principio. Antes de que puedan apretar el gatillo de sus armas, Jean se incorpora con fuerzas renovadas. Y desencadena una buena parte de su poder. Una bocanada de fuego telequinético lo arrasa todo a su alrededor, llevándose por delante tanto a los magistrados que escoltaban a Logan como al helicóptero, provocando que éste acabe estrellándose contra el suelo de la plaza del parlamento. Entre el humo y las llamas, Scott alcanza a ver a Jean, la cual permanece de pié en el epicentro de la explosión: a su alrededor, las cenizas conforman la silueta de un ave de presa.

William Fichtner es el presidente de Genosha,
David Moreau
Al mismo tiempo, en la última planta del parlamento genoshano, tanto Eric como Cortez y el presidente Moreau sienten el temblor del poder de Jean desencadenado. Consciente de lo que eso significa, el presidente Moreau clava una funesta mirada en Eric.

“¿No lo comprendes? No van a dejar que se sepa lo que pasa en Genosha. No van a dejar nada que pueda comprometerlos…” - David Moreau, presidente de Genosha.

Los periodistas, que estaban en la plaza tratando de cubrir la supuesta toma del parlamento por un comando de rebeldes genoshanos; no fueron los únicos en ver el estallido de fuego: a pocos kilómetros de la costa, la explosión es captada por los oficiales al mando de la flota americana. Una rápida confirmación por parte del Pentágono y la Casa Blanca basta para dar luz verde a algo llamado “Protocolo Tolerancia Cero.” Pocos segundos después, el capitán de un submarino nuclear próximo a las costas de Genosha recibe la autorización de disparar una cabeza nuclear contra la isla.

Mientras Jean y Scott ven como en el horizonte aparece la amenazante estela de una cabeza nuclear disparada contra la Genosha, Eric se acerca al ventanal del despacho presidencial, dejando que Cortez y el presidente Moreau escapen, en un intento por salvar el pellejo. Desde el filo de la ventana, contempla el misil aproximándose a gran velocidad. Sabe que nunca ha hecho nada como lo que está a punto de intentar. Y si fracasa, toda Genosha se convertirá en un erial nuclear.

Entre tanto, a miles de kilómetros de allí, en las instalaciones de la Isla Muir, Charles Xavier baja las escaleras que conducen a la morgue. Un par de hombres del personal de seguridad lo acompañan, pistolas en mano. Bajo la tenue luz de las lámparas de autopsia, Nimrod ha colocado en una pila los cuerpos de los mutantes que se encontraban recluidos en Isla Muir. Yacen inconscientes pero viendo las latas de gasolina que Nimrod lleva consigo y la cámara de vídeo que está preparando, Xavier intuye lo que un sádico como Trask le ha ordenado hacer. Sin embargo, el plan que ha urdido para frenar a Nimrod fracasa: la sobrecarga de los sistemas eléctricos del edificio que Moira provoca desde el panel de mandos del laboratorio principal no basta para crear interferencias en los sistemas de la máquina asesina creada por Trask. Antes que Xavier consiga destrozar la cámara, Nimrod ya ha neutralizado a los guardias de seguridad. Mientras su mano mecánica se cierra en torno a su cuello, Xavier contempla como Nimrod lo mira con ojos que, pese a parecer humanos, esconden microcámaras. Y es la voz de Trask la que suena a través de las cuerdas vocales electrónicas de Nimrod.

“Sabía que necesitabas un incentivo para escapar de Arma X, Charles. ¿Sabes? Ellos no me dejaban matarte. Pero ahora… podrás unirte al funesto destino que le espera a tu especie. Y… Oh. Espera un segundo… Creo que vas a querer ver esto.” – Bolivar Trask.

Tom Welling es "Nimrod"
A través de un dispositivo de proyección holográfica, Trask le muestra a Xavier lo que medio mundo está viendo en estos momentos. La escena que se repite en informativos a lo largo y ancho del globo muestra como un hombre sale flotando de la última planta del parlamento de Genosha. Y, ante el estupor del mundo entero, frena en el aire el avance de un misil intercontinental, dejándolo flotando a pocos metros de chocar contra la fachada del edificio. Mientras, Trask se mofa de Xavier, asegurándole que no tiene por qué preocuparse: “no te preocupes por tu amigo Lensherr, Charles… él también estará muerto en pocos segundos.”

Sin embargo, Xavier reacciona golpeando con fuerza una de las bandejas de material médico de la morgue. Atrapando al vuelo un bisturí, lo clava en uno de los receptores visuales de Nimrod. Aunque no lo detiene, basta para que lo deje libre. Xavier toma una de las pistolas de los guardias inconscientes y aprieta el gatillo casi sin mirar. Una de las balas impacta contra uno de los contenedores de gas que hay en el laboratorio forense, convirtiéndolo en un torpedo a presión que impacta contra Nimrod, dejándolo – ahora sí – totalmente desconectado.

Al mismo tiempo, en Genosha, un debilitado Eric consigue levitar hasta la terraza-atrio en la que se encuentra Scott junto a una aturdida Jean. Los tres contemplan entonces como, al igual que hizo el primero de los misiles, una docena de estelas de humo blanco marcan en el horizonte la trayectoria de doce proyectiles nucleares más. Detener uno estuvo a punto de dejar fuera de combate a Eric. Parar doce es algo imposible.

“O al menos lo es… para alguien que no tiene tu poder, mi pequeña y dulce Jean.”. La voz es de Wynegarde y sólo la escucha Jean. Él vuelve a estar a su lado y la mira, entre desafiante y pícaro. “Demuéstrales de lo que eres capaz. Déjalo volar.” - Jason Wynegarde.

Jean se incorpora aprovechando que Scott está ocupado ayudando a Eric a tenerse en pié. Ambos hombres ven como la chica se acerca al borde de la cornisa. Ella les mira y los dos saben que está dispuesta a hacer una locura. Scott trata de impedirlo, pero es tarde: ella ha levantado ya un campo de fuerza a su alrededor, y los puños del joven son incapaces de romperlo. La joven empieza a flotar en el aire, rodeada por el campo telequinético. Éste se va haciendo más grande a medida que va subiendo, hasta el momento en que es lo bastante grande como para dejar entrar los doce proyectiles. Las bombas hacen explosión dentro del campo, provocando una explosión cegadora en forma de pájaro de fuego que cubre la ciudad de Hammer Bay durante casi cinco minutos.
 
"En esto se nos fue todo lo que nos quedaba de presupuesto en f/x.
Menos mal que era el final de temporada..."

Para cuando Eric y Scott recuperan la vista, una lluvia de cenizas cae sobre la capital de Genosha. Y el cuerpo de Jean yace sobre el suelo de la terraza. Scott se aproxima a ella, temiendo lo peor. Pero en contra de toda lógica, la joven abre los ojos… ha sobrevivido a la explosión de doce cabezas nucleares. Eric, pese al inmenso despliegue de poder del que han sido testigo, recuerda que el presidente Moreau aun puede activar el “Proyecto Exterminio”, barriendo del mapa las infames “granjas” de mutantes. Eric encuentra a Moreau en su despacho, hablando por teléfono. Para su sorpresa, el presidente genoshano le tiende el auricular, asegurándole que sus superiores “preguntan por usted.” Cuando Eric escucha la voz de Sebastian Shaw al otro lado del teléfono, comprende que han sido títeres del Club Fuego Infernal desde el principio. Por un momento, Eric piensa que Shaw jugará la carta del chantaje, puesto que su hija Wanda sigue estando en la sede que el Club tiene en Nueva York. Sin embargo, Eric no tarda en averiguar que los planes de Shaw son muy diferentes.

“Puedo comprender que esté molesto e incluso furioso, señor Lensherr. Pero créame: me repugna tanto como a usted lo que esos bárbaros genoshanos han estado haciéndole a nuestra gente durante todo este tiempo. Tengo influencias que llegan hasta el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y le garantizo que puedo agilizar las cosas lo bastante como para que nuestra gente tenga un país al que llamar patria… y un líder que los guíe en el futuro, señor Lensherr. ¿O debería decir… presidente Lensherr?”

Entre tanto, en Genosha, Jean y Scott salen del parlamento para toparse con un escuadrón de magistrados que rodean el edificio. Antes de que se inicie un nuevo tiroteo, Eric hace acto de presencia, frenando su descenso mediante sus poderes magnéticos. Tras unos segundos de tensión, los magistrados bajan sus armas cuando una orden se repite a través de sus comunicadores. Jean y Scott no comprenden lo que ha pasado. Eric, sin embargo, no parece sorprendido y se dirige hacia las cámaras de los periodistas que rodean el parlamento. Jean, sin embargo, le corta el paso. “¿A dónde vas? Tenemos que irnos, tenemos que volver a casa…”, le dice la joven. Eric se limita a mirarla y a decir: “Estamos en casa.”.

Mientras Eric expone a Jean y Scott la nueva situación, a miles de kilómetros de allí los coches patrulla y las ambulancias rodean las destrozadas instalaciones de Isla Muir. Xavier contempla el cuerpo inerte de Nimrod mientras trata de confortar a Moira, la cual le recrimina que le aseguró que nada de esto pasaría. Que lo de Arma X no volvería a repetirse. En ese momento, suena un móvil en el interior de las ropas de Nimrod. Xavier lo coge, escuchando la voz de Trask al otro lado del teléfono. “¿Crees haber impedido algo, Charles? Sólo has retrasado lo inevitable. Y si no… deberías estar viendo las noticias.” Trask cuelga y cuando Xavier gira la cabeza, Moira le muestra a través de su móvil las imágenes que están dando los informativos de medio mundo. Todos se hacen eco de un “golpe de estado en Genosha” y muestra al “misterioso hombre volador” que parece ser el cabecilla del movimiento rebelde. De hecho, parece que está a punto de dirigirse a los periodistas que rodean la plaza del parlamento genoshano. Con una mirada de desesperanza, Xavier sabe que solo tiene una oportunidad de frenar el inminente desastre. Mientras marca el número de su contacto en SHIELD, Xavier ruega a Dios que sea capaz de convencer a Eric antes de tener que usar su último recurso.

Al mismo tiempo, Eric mira a los expectantes periodistas y luego clava su mirada en Jean. Le ofrece quedarse con él, en Genosha. El discurso de Eric parece hacer mella en Scott, puesto que ha vivido y compartido con los morlocks lo que es ser perseguido y odiado, el no tener un lugar al que llamar hogar. Y aunque Jean quiere creer que Eric será un buen líder y conseguirá hacer de Genosha un refugio seguro, no confía en que eso suceda de la noche a la mañana. “Volveré cuando haya convertido este sitio en un hogar, señor Lensherr… si es que lo consigue.” Viendo como la joven le da la espalda y Scott no tarda en seguirla, Eric se da la vuelta y se dirige con paso firme ante las cámaras y los flashes.

Shaw tiene una oferta
que no podrás rechazar, Eric...
Sin embargo, antes de poder hablar, uno de los magistrados se acerca a él. Le entrega un teléfono. Por un segundo, Eric piensa que se trata de Shaw… pero al otro lado suena la voz de su más viejo amigo. “No lo hagas, Eric.”. Escuchar la voz de Charles le enfurece: le deja claro que sabe todo lo que ha hecho, las mentiras que implantó en su cerebro y cómo manipuló su mente y la de su hija para esconder todo lo sucedido en Arma X. “Asúmelo, Charles: voy a construir el refugio que siempre quisimos para los nuestros. Un lugar en el que los humanos no puedan hacernos daño. Donde poder vivir en paz. ¿No es lo que quieres?”. Xavier niega con la cabeza: sabe que sólo tiene que dar un aviso a Valerie Cooper para que un tirador de SHIELD vuele la cabeza de su amigo con una bala de plástico especial. Xavier juega su última carta: “Eric, lo que estas haciendo… aun puedes pararlo. Aun hay tiempo de evitar una guerra.” La respuesta de su amigo lo deja sin palabras: “¿No lo ves, Charles? Después de todo lo que nos han hecho, ¿aun no te has dado cuenta? La guerra ya ha empezado.”

En silencio, Xavier escucha cómo su amigo trata de convencerlo para que se una a él, para que juntos puedan hacer de Genosha el refugio definitivo para los que, como ellos, son temidos y odiados por sus poderes. Pero Xavier se limita a colgar. A través del otro teléfono que sostiene en su mano escucha la voz de Valerie Cooper, aguardando la orden. Xavier le pide que retire al tirador. Acaba de perdonar la vida a su amigo… y no está seguro de haber hecho lo correcto.

Al mismo tiempo, en Genosha, las cámaras captan las primeras palabras del nuevo dirigente del país. Mientras su discurso se escucha a través del planeta, por radio, televisión, internet; en pantalla vemos imágenes de lo que sucede los días posteriores.

“Hoy, la isla de Genosha ha sido víctima de un ataque. Un ataque con armas nucleares autorizado por fuerzas militares norteamericanas.”

Charles Xavier y Moira McTaggert bajan del coche, contemplando la desolada mansión de Graymalkin Lane.

“Un ataque contra un país que ha tratado con atrocidad a mi gente durante años. Una gente que ha respondido en el momento de mayor necesidad de Genosha… salvando cientos de miles de vidas.”

En Genosha, desde el despacho del presidente, Eric contempla como contratistas de industrias Shaw inician las primeras labores de reconstrucción de la ciudad…

"A partir de hoy, el suelo de esta nación es un refugio abierto para aquellos que han sufrido persecución, odio y miedo..."

En la mansión, entre andamios y obreros, Charles revisa los planos de un nuevo sótano que van a construir. Moira le trae un té y señala a la ventana que hay tras él. A través de ella, Charles ve una moto pararse a las puertas de la mansión. En ella viajan Scott y Jean. Por un segundo, Charles piensa que quizá no esté todo perdido.

“Hoy es el primer día de una nueva era. Para Genosha… y para el mundo entero.”

Volvemos al presente, en Genosha. Tras un segundo en el que sólo se escuchan los flashes de las cámaras, Eric pronuncia la frase que cierra la temporada.

“Me llamo Eric Lensherr… y soy un mutante.”

- FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA -

Escena post-créditos:
La cámara recorre los pasillos de un área restringida de unas siniestras instalaciones militares. La voz del coronel Stryker, de Arma X, suena decepcionada y furiosa.

“Su prototipo Nimrod ha resultado ser un desastre, señor Trask. Si queremos poder estar preparados para dar una respuesta rápida y eficaz frente al problema de Genosha… la verdad, espero que tenga algo mejor que ofrecernos.”

La cámara atraviesa unas puertas y nos muestra una enorme planta de procesamiento. Allí una serie de brazos robóticos terminan de ensamblar una enorme figura metálica.

“Estoy preparando algo mejor, coronel. Algo mucho más grande.”

La cámara se detiene ante la cabeza de la figura metálica. Sus ojos se encienden con una inquietante luz rojiza.


“Dígame, coronel Stryker… ¿le he hablado del proyecto Centinela?”

Coming Soon... 

1407 Graymalkin Lane - 1x12 (Season Finale - Part 1)

Mientras las fuerzas navales norteamericanas aun rodean la bahía de Genosha, comienzan a llegar las primeras confirmaciones por parte del primer ministro genoshanos, David Moreau, sobre la derrota total de las fuerzas rebeldes que intentaron tomar el control del país, hace apenas tres días… Trish Tylby nos informa sobre el terreno. Trish…

Lo que ven a mi espalda es una de las unidades motorizadas de los magistrados, el nombre por el que se conoce a la infantería genoshana. Viendo el ambiente festivo que se respira entre sus tropas, parece que la navidad se haya adelantado… espera un momento… ¿qué es eso, en el cielo?

El cámara de la reportera realiza un rápido enfoque al cielo. En la distancia, se atisba a ver dos figuras que acaban de saltar en paracaídas de un avión. La reacción de los magistrados genoshanos no puede ser más abrupta: entre gritos, obligan a los periodistas a dejar de grabar mientras se ponen en marcha, dispuestos a interceptar a los paracaidistas.

Pocos minutos después, no muy lejos del suburbio de favelas en el que se encontraban los magistrados y los periodistas; Eric Lensherr ayuda a la joven Jean Grey a recuperarse de la impresión que le ha causado el salto en paracaídas. Apenas Jean ha dejado de vomitar, ella y Eric son emboscados por un pequeño grupo de guerrilleros, encabezados por una joven nativo-americana que los encañona con una extraña pistola. Se trata de Forja y no oculta su sorpresa al descubrir que Eric Lensherr forma parte de “los refuerzos” que Shaw había prometido al general Cortez. Forja, que ha oído hablar mucho de Lensherr a través de su hijo, Pietro, sabía que los rumores de su muerte eran falsos. Pero encontrarlo así, de repente, la sorprende… lo bastante como para que una súbita emboscada por parte de los magistrados la pille desprevenida. Pese al impresionante despliegue de poder del que hacen muestra tanto Eric como Jean – arrojando por los aires el pesado todoterreno de los magistrados – Forja termina malherida. Los guerrilleros que acompañaban a Forja insisten a Eric que deben llevarla rápido a la base de operaciones de Cortez. Están a punto de emprender el camino cuando Eric ve que Jean se ha quedado atrás… hablando sola. Ella, sin embargo, cree estar viendo a Jason Wynegarde, de pié y delante de ella. La imagen de Jason le transmite un mensaje que él mismo había dejado grabado en la mente de Jean. Un mensaje que, en caso de morir él, activaría algo en el subconsciente de la joven.
“Jean, si estás viendo esto… es que ya estoy muerto.” – Jason Wynegarde
Al mismo tiempo, la muerte de Jason Wynegarde a manos del prototipo de centinela Nimrod provoca otro efecto inesperado… en la mente del mismísimo Charles Xavier. Éste se encuentra al volante de un coche de alquiler, acompañando a quien él cree que es la única superviviente del ataque de Arma X a su mansión (y que en realidad es Raven Darkholme, agente de esa misma organización paramilitar). Una súbita descarga psíquica deja casi fuera de combate a Xavier, quien está a punto de estrellarse contra un camión. La muerte de Jason Wynegarde ha anulado los sellos que éste había impuesto en el subconsciente de Xavier hace casi diez años.

Entre esos recuerdos que acaban de despertar en la mente de Xavier, éste recuerda que la mansión acogió por aquel entonces una pequeña escuela para niños con capacidades especiales. Xavier recuerda que Jason Wynegarde era el psicoterapeuta de la escuela y que estaba obsesionado con la idea de incentivar el potencial psíquico del que hacía gala una de las jóvenes alumnas… Jean Grey. Wynegarde acusaba a Xavier de estar impidiendo a la joven desarrollar todo su poder con libertad. Sin embargo, Xavier consideraba que la esquizofrenia que padecía la pequeña Jean debía ser tratada por profesionales antes de dejarle libre sus poderes. Para Wynegarde la traición de Xavier fue completa cuando este cerró la escuela para irse a trabajar con Eric Lensherr en el proyecto que, más tarde, acabaría pervirtiéndose y convirtiéndose en Arma X. Todos esos recuerdos habían sido debidamente escondidos por Wynegarde, quien manipuló la mente de Xavier a través de su único punto débil: los sueños.

Abrumado aun por la intensa revelación de su pasado, Xavier hace oídos sordos a la insistente (y falsa) Jean de seguir conduciendo rumbo a un lugar seguro. Pese a que puedan ser un blanco fácil para Arma X, Xavier decide que es mejor descansar un poco antes de seguir adelante, por lo que optan por hacer noche en un motel de carretera. Mística, contrariada, mira al horizonte. Descubrimos entonces que un camión ha seguido el rastro de ambos desde dejaron atrás Nueva York. Dentro del camión están el agente de Arma X, Victor Creed, acompañado por el inquietante ente tecnológico Nimrod y su creador, Bolivar Trask.
“No se preocupe, señorita Darkholme… tarde o temprano, Xavier nos llevará hasta el cubil de los suyos. Y entonces… sus superiores podrán ver de lo que el señor Nimrod es capaz de hacer con ellos.” – Bolivar Trask.
Entre tanto, en Pequeña Madripur, Scott Summers consigue acceder a uno de los peores antros de uno de los peores barrios de toda Nueva York. En los sótanos del local consigue reunirse con el dueño, un antiguo miembro de los Morlocks llamado “Hemorragia”.
El cameo de Simon Pegg como "Hemorragia"
Haciéndose pasar por el único morlock que seguía haciendo tratos con él – un tipo al que todos llamaban “el Cíclope”; Scott trata de ver si “Hemorragia” puede darle alguna información sobre el paradero de su hermano Alex o del tipo que puede que lo tenga capturado: un tratante de esclavos conocido simplemente como “Corsario”. En lugar de respuestas, Scott descubre que “Hemorragia” le ha tendido una trampa y que piensa venderlo como esclavo a un cliente muy especial. Éste cliente resulta ser el mismísimo Logan, a quien habían enviado para encontrar a los morlocks desaparecidos… pero que ha reconocido el olor de Scott como el de uno de los chicos que estaba en la mansión de Xavier.

Casi al mismo tiempo, en Genosha, Eric y Jean acceden a través de una red de alcantarillado hasta el cubil donde se esconden los pocos supervivientes del movimiento rebelde genoshano. Allí, mientras un curandero trata las heridas de Forja, Eric y Jean conocen a Fabian Cortez, el cabecilla de los rebeldes… o de lo que queda de ellos: apenas llegan a la docena y, por el movimiento que se ve en el refugio, parece que lo estén preparando todo para salir del país. Cortez les cuenta que la guerra ha terminado, que Shaw ha tardado demasiado en enviar refuerzos y que ya no hay nada que puedan hacer.

“El gobierno de Moreau ha encerrado a toda nuestra gente en instalaciones subterráneas, repartidas por toda Genosha. Las llaman “granjas”. Nosotros somos los únicos que seguimos libres… y voy a asegurarme que al menos nosotros podamos escapar de aquí.”- Fabian Cortez (interpretado por Jimmy Smiths).
Las palabras de Cortez se ven interrumpidas por las de Jean que, habiendo escuchado en silencio la discusión entre el general y Eric; se limita a responder: “Señor Cortez… lléveme hasta la granja más cercana.”

Entre tanto, en Estados Unidos, tiene lugar una desagradable discusión entre otra Jean Grey y Charles Xavier: pese a que las instalaciones de Isla Muir parecen el único sitio en el que ambos podrían estar a salvo de Arma X, Xavier no quiere correr el riesgo de conducir a esos asesinos hasta allí. La discusión se ve súbitamente interrumpida por la aparición del implacable Nimrod. Horrorizado, Xavier comprueba que sus poderes psíquicos parecen inútiles contra su misterioso agresor. Sin embargo, consigue escapar por su propio pie subiendo al coche con la falsa Jean quien, aprovechando la tensión del momento, logra que Xavier le revele finalmente el paradero de las instalaciones de Isla Muir. Una vez tiene los datos, Mística sonríe y – dejando ver sus ojos amarillos – noquea a Xavier.

Al mismo tiempo, a bordo de un avión de carga militar, Scott Summers es despertado por sus captores mediante el procedimiento de la ducha a presión. Encadenado al techo de la bodega de carga, Scott descubre que ha sido capturado por agentes de Arma X… y el hombre que los comanda parece ser el mismo asesino de las garras al que se enfrentó en el pasado.

“Soy el agente Howlett aunque tu puedes llamarme “Wolverine”… ¿Cíclope? Así es como te llamó “Hemorragia”, ¿verdad?”. Pues créeme, “Cíclope”, cuando te digo que antes de que este avión tome tierra en Genosha tú ya me habrás contado donde se esconden Xavier y el resto de sus terroristas…” – James Howlett, Codename “Wolverine” (interpretado por James Purefoy).
Entre tanto, en Genosha, Eric y Jean consigue infiltrarse en una de las granjas que el gobierno de Moreau tiene repartidas por la isla. Mientras Cortez y otro de sus hombres se hacen pasar por magistrados, Eric y Jean son llevados a las instalaciones subterráneas, ocultas bajo lo que parecen barracones de almacenaje. Sin embargo, los magistrados que los llevan deciden “pasárselo bien” con la guapa pelirroja antes de encerrarla con el resto de los “mutantes” – término que escupen con desprecio. Mientras, otros dos soldados trasladan a Eric a un enorme sótano: allí, encerrados en cámaras, hay docenas de personas que permanecen en estado de coma. Todos ellos muestran señales de haber sufrido intervenciones quirúrgicas, habiéndoseles quitado órganos… Eric siente el odio crecer en él al darse cuenta de por qué llaman a estos sitios “granjas”.

Al mismo tiempo, en Estados Unidos, Xavier despierta esposado a un asiento en el interior de un camión de Arma X. Para su desgracia, comprueba que le han puesto una versión mejorada del casco que ya anuló sus poderes la primera vez que fue capturado por ellos. Acompañando a la agente Darkholme (codename: Mystique) y a un viejo conocido (el agente Victor “Sabertooth” Creed); Xavier se sorprende al encontrar allí a Bolivar Trask: el que fuese ingeniero jefe en Arma X y antiguo colega de Xavier dentro de dicho programa, le revela que ha enviado a su última creación – algo a lo que llama “Prototipo Nimrod” – a Isla Muir con la sana intención de poner a prueba su capacidad para neutralizar amenazas mutantes.

“Ha pasado mucho tiempo, Charles… pero parece que por fin voy a tener la oportunidad de demostrarte lo equivocado que estabas al llamar a tu especie… “homo superior.” – Bolívar Trask

Mientras, en Genosha, los soldados se disponen a meter a Eric en una de las cámaras de contención. En ese momento, en el nivel superior de las instalaciones, Jean se zafa de sus captores… provocando una explosión de fuego que arrasa el interior del almacén. Varios metros por debajo, Eric y sus captores sienten el temblor procedente del exterior. Y no tardan en ver aparecer a la joven a través del ascensor, desencadenando toda su furia telequinética contra los soldados. La impresionante descarga de poder de la que hace gala la joven no sólo deja sorprendido a Eric… sino que además sobrecarga los sistemas electrónicos de las instalaciones, desactivando las cámaras de contención donde estaban encerrados las víctimas de los magistrados.

Casi al mismo tiempo, Logan pierde la paciencia con Scott y está a punto de matarlo aunque ello implique no sacarle todo lo que sabe. Es entonces cuando una potente descarga de plasma se lleva por delante a Logan, descubriéndose que el hermano de Scott, Alex, había conseguido infiltrarse en el vuelo de Arma X haciéndose pasar por uno de los pilotos. Scott, empleando sus rayos ópticos, lanza una potente descarga contra el fuselaje del avión. Eso provoca una despresurización que se lleva por delante a los dos soldados que quedaban en pie. Sin embargo, la ráfaga disparada por uno de ellos alcanza a Alex, hiriéndolo de gravedad. El avión, sin control, comienza a precipitarse contra el suelo y Logan, que se ha hecho con el único paracaídas que queda, se despide de Scott mientras este, con el cuerpo de su hermano entre los brazos, lo ve saltar al vacío.

“Bon Voyage, “Cíclope”. Espero que sepas cómo se pilota este trasto…” – James Howlett, Codename “Wolverine”.

Entre tanto, en Genosha, los hombres de Cortez coordinan a toda prisa la evacuación de las docenas de personas que se encontraban encerradas bajo el sótano de la granja asaltada por Eric y Jean. Ésta, al igual que las personas que han sido sacadas de las cámaras, apenas puede tenerse en pie… aunque en su caso se debe al tremendo esfuerzo realizado para liberarlos. Cortez pregunta a Eric por el estado de la joven, sin ocultar su sorpresa – e incluso temor – ante el inmenso poder del que ha hecho gala la chica.
Antes de poder responder, una voz muy débil suena a espaldas de Eric.

“¿P… padre?” – Pietro Maximoff.

Al darse la vuelta, Eric ve como un par de hombres de Cortez sostienen a un debilitadísimo Pietro, cuyas piernas parecen haber sido drenadas de tal forma que lucen raquíticas, incapaz de sostener sus propio peso. El capítulo acaba con la mirada de sorpresa en los ojos de Eric ante tan inesperado reencuentro.

martes, 26 de noviembre de 2013

1407 Graymalkin Lane - 1x11

Habiendo dejado al joven Scott Summers resolver ciertos asuntos en el barrio neoyorquino conocido como “Pequeña Madripur”; Eric Lensherr se dispone a tomar la línea de metro que lo llevará hasta las proximidades de la sede del Club Fuego Infernal. A bordo del vagón, sin embargo, sufre la inesperada visita de Jason Wynegarde. A través de sus sueños y asumiendo la forma de su viejo – y supuestamente difunto – amigo Charles Xavier, Wynegarde advierte a Eric que alguien ha estado jugando con su mente. No es el primero en hacerlo: en anteriores capítulos el propio Bolivar Trask llegó a mofarse en su cara, asegurando que alguien había trasteado con sus recuerdos. Antes que Wynegarde pueda siquiera ofrecerle un trato, Eric lo expulsa de su mente, despertando justo cuando el metro llega a su parada. Sin embargo, no será la última de las sorpresas que le aguardan antes de llegar al Club Fuego Infernal: en uno de los monitores que hay en la estación de metro, Eric ve las noticias de la crisis que está teniendo lugar en la república de Genosha. Las noticias hacen mención a un comando de mercenarios a favor de los golpistas que han sido capturados por las autoridades militares cuando intentaban entrar en la isla de Genosha. En un plano fugaz de la noticia, Eric consigue identificar a uno de esos mercenarios. Es su hijo, Pietro. Al cual cree muerto desde hace años en un accidente de tráfico.

Entre tanto, en el Club Fuego Infernal, Sebastian Shaw contempla el mismo informativo que Eric acaba de ver. Cambia de canal en el momento en que ve aparecer a una recién levantada Jean. Mientras desayunan, Sebastian trata de disculparse con la joven y recuperar algo de su confianza, llegando incluso a ofrecerle ser su pareja en el baile de máscaras que tendrá lugar en el Club Fuego Infernal. Jean le asegura que Emma sería la más indicada para acompañarlo, a lo que Sebastian señala que Emma ya tiene acompañante para el baile: Warren. Cuando éste hace acto de presencia, Sebastian se retira captando la tensión existente entre el joven y Jean. De hecho, ésta última está a punto de irse dejando a Warren desayunando a solas cuando en la televisión emiten un boletín informativo de última hora: al parecer está teniendo lugar una crisis con rehenes en un hospital céntrico de Manhattan. Jean lo reconoce como el mismo en el que se encuentra Jason Wynegarde hospitalizado. Jean se dispone a ir hacía allá… pero Warren también: corre a su habitación en busca de su pasamontañas para poder ejercer de nuevo como justiciero enmascarado. Allí tropieza con Emma, la cual le pide por favor que no lo haga: teme quedarse sola con Jean y que ésta pueda volver a intentar hacerle daño. Warren, pese a la tentación que representan las caricias de Emma, decide cumplir con el que cree que es su deber… y sale dispuesto a ejercer de nuevo su faceta como “ángel de la guarda” enmascarado.

"El Club Fuego Infernal ha financiado
durante meses a la resistencia genoshana..."
- Sebastian Shaw
Mientras Jean y Warren marchan cada uno por su lado camino del hospital, Eric regresa al Club Fuego Infernal. Lo primero que hace es visitar a Wanda, su hija que permanece en ese extraño estado de coma del que, al parecer, ni siquiera Charles, Jean o Emma han podido despertarla. Poco después, en el despacho de Sebastian Shaw, Eric mantiene con él una interesante conversación sobre la crisis de Genosha. A través de Sebastian, Eric descubre la verdad que se esconde bajo ese supuesto “golpe de estado” que ha hecho estallar una crisis en Genosha. Sebastian le cuenta que durante años esa isla ha sido el paraíso del tráfico de gente dotada con poderes. Allí se les somete a todo tipo de experimentación, llegando a existir una red de tráfico de órganos que se implantan a todo aquel que pueda asumir sus astronómicos costes. Eric, que junto a Scott evitó que los Morlocks acabasen metidos en un barco rumbo a Genosha, sabe que es cierto todo eso. Sebastian le revela también que desde hace tiempo, el Club Fuego Infernal ha financiado en secreto un pequeño grupo de resistencia en Genosha, guiados por el general Fabian Cortez. Sin embargo, hace apenas una semana, el intento de tomar el poder en la isla fracasó. Desde entonces, la resistencia genoshana trata de hacer lo que puede… pero la entrada en el conflicto de los Estados Unidos a favor del gobierno genoshano en el poder ha acelerado la crisis. Sebastian, intrigado por los intereses de Eric en el asunto de Genosha, le pregunta qué está dispuesto a hacer. Eric le asegura que es capaz de ir allí y hacer lo que sea necesario para defender y proteger a los que son como ellos. Pero sólo lo hará si lleva a su equipo con él.

Entre tanto, Warren y Jean – por caminos separados – logran sortear la barrera policial que rodea el hospital y alcanzar la planta doce del edificio. Allí, entre las llamas y escombros, parece que una apisonadora haya arrasado el lugar. Warren descubre como un extraño individuo, vestido de cuero negro y con la cabeza afeitada, ha dado muerte a los policías que protegían a Wynegarde y ahora se dispone a acabar con él. Desafiando su propio rencor contra Wynegarde, Warren trata de protegerlo… sufriendo un tremendo golpe por parte del extraño atacante, quien además de lucir una fuerza colosal, parece tener unos reflejos asombrosos. Finalmente, y aunque logran que Wynegarde consiga escapar, Jean y Warren son fácilmente derrotados por el misterioso atacante, el cual desaparece tras haberlos dejado fuera de combate. Warren es el primero en ser reanimado por los paramédicos que acceden a la planta. Sin mucha dificultad, toma en brazos a Jean y sale de allí volando. Tras recuperar el aliento y las fuerzas al amparo de una azotea cercana, parece que la experiencia ha servido para calmar un poco las cosas entre Jean y Warren… pero cuando éste último menciona a Emma, Jean siente una amarga punzada de inseguridad.

Al mismo tiempo, Eric habla con Emma a quien trata de convencer para que vuelva a intentar entrar en la mente de Wanda. Ella, sin embargo, lo rechaza de pleno: no piensa volver a dejar que Jean trastee de nuevo en su mente aprovechando que baja sus defensas. Es entonces cuando Jean y Warren regresan al Club Fuego Infernal: ambos están recibiendo una reprimenda por parte de Sebastian Shaw, quien ha visto en las noticias las imágenes (borrosas, eso sí) del “misterioso ángel de la guarda de Manhattan” interviniendo en el asunto del hospital. La reprimenda es interrumpida por Eric quien, después de varios días desaparecido, se reencuentra con Jean… y con Warren, a quien no había visto desde el asalto a la mansión por parte de Arma X.

Justo en ese instante, Jean recibe un mensaje de móvil. Es de Wynegarde, el cual la cita esa noche en una dirección que a la joven le resulta familiar: 1407 Graymalkin Lane. Sebastian Shaw, intrigado por el mensaje que parece preocupar a Jean, trata de sonsacarle quien la ha escrito. Jean, por su parte, le deja claro que el hecho de ser su invitada no le da derecho a interrogarla. Antes de poder siquiera responder, Sebastian se ve obligado a dejar a solas a los tres, presionado por la propia Jean que hace gala de una forma casi imperceptible de su poder sobre la fuerza Fénix. Una velada amenaza de lo que podría llegar a hacerle si la enfada lo suficiente. Sin embargo, y pese a gozar de cierta intimidad,  el reencuentro entre los tres (Jean, Warren y Eric) es más gélido de lo que nadie podía imaginarse, sobre todo teniendo en cuenta que Warren – a través de Charles Xavier – sabe toda la verdad sobre Eric y lo que pasó en Arma X.

Mientras Warren se niega a hablar con Eric, éste último se queda a solas con Jean. Ésta, convencida de que alguien ha colocado una barrera tanto en Wanda como en Eric, trata de adentrarse en la mente de éste. Sin embargo, algo la expulsa de forma drástica y brutal. Y aunque no tiene pruebas para confirmarlo, Jean comienza a plantearse que quizá no sea Wynegarde quien ha manipulado la mente de Eric, ni siquiera Emma… sino alguien más próximo a él. Alguien como… Como Charles Xavier.

Emma lanza un
ultimatum a Warren... 
Al mismo tiempo, Warren acude a ver a Emma. Ésta se encuentra probándose un elegante traje para acudir a una fiesta de alta sociedad. Cuando Warren le dice que no irá con ella, Emma le espeta que está harta. Trata de convencerlo una vez más de que el Club Fuego Infernal es su sitio, al que pertenece no sólo por los dones que le han sido otorgados en forma de alas… sino también por el poder y el dinero que conlleva el apellido Worthington. Warren duda y eso enfurece a Emma que le da un ultimátum: debe elegir entre ella y Jean. Y le asegura que si sale por esa puerta, habrán terminado para siempre. Warren se limita a acercarse a la puerta y ha decirle: “ya… lo mismo dijiste la última vez.”. Y se marcha dejando a Emma presa de la ira y la frustración.

Warren acude en busca de Jean. La encuentra en el cuarto de Wanda, donde ella y Eric están siendo atendidos por el personal de servicio del Club: ambos han sufrido un tremendo shock psíquico cuando Jean intentó leer la mente de Eric. Warren, que no se fía de Eric, trata de hablar a solas con Jean a lo que Eric se opone. Ante eso, Warren le revela de forma drástica y ruda lo que sabe: “Xavier está vivo, Eric. Y si no recuerdas nada de lo que hiciste es porque fue Xavier quien te hizo eso. Él te hizo creer que tu hijo estaba muerto, él puso a tu hija en coma… y él fue quien te ha hecho olvidar que fuiste un candidato a genocida hijo de puta. Y lo sé porque fue Xavier quien me lo dijo.” La revelación deja tan marcado a Eric que no tiene más remedio que salir de la habitación, completamente abrumado por lo que, en lo más profundo de su ser, sabe que es verdad… aunque le cueste creerlo.

Quedándose a solas con Jean, Warren le cuenta todo lo que sabe: que Charles y Eric formaban parte de un programa gubernamental secreto, destinado a preparar planes para el momento en que la humanidad descubriese la existencia de gente con poderes. Ese programa era la Iniciativa X. Trabajando allí, Charles tuvo un hijo con una de las científicas que trabajaban en el programa, la doctora Moira McTaggert. El crío, Kevin, nació con poderes más allá de lo inimaginable. Fue entonces cuando Charles y Eric descubrieron que bajo la Iniciativa X el gobierno había iniciado otro proyecto en paralelo… mucho más siniestro: el plan para convertir a los que eran como ellos en armas. El proyecto era “Arma X” y quisieron utilizar a Kevin como un arma de destrucción masiva. Fue entonces cuando Eric perdió la cabeza: convencido de que Arma X era la prueba definitiva de que jamás podría haber paz entre humanos y mutantes, Eric decidió utilizar a Kevin (o “Proteus”, como era conocido en el programa “Arma X”) como arma contra los propios seres humanos. Charles se opuso y llegó a sacrificar la vida de su hijo para evitar que nadie pudiera usarlo con fines destructivos. En aquella batalla ardió Arma X y Eric fue derrotado por Charles, quien logró que ambos escaparan. Después manipuló los recuerdos de Eric e intentó hacer lo mismo con Wanda. Ella y su hermano, Pietro, eran leales a las ideas de Eric, pero mientras Pietro parecía haber muerto en la caída de Arma X, Wanda parecía ser inmune a ciertos poderes psíquicos de Charles, por lo que éste tuvo que conformarse con ponerla en coma (garantizando así que no pudiera despertar y contar la verdad de lo ocurrido a su padre)

La revelación de la que le hace partícipe Warren es lo que necesitaba Jean para dejar fijos unos cabos que ya había comenzado a atar antes. Sus sospechas sobre Charles se confirman pero no cree que Eric sea una amenaza… cosa que sí opina Warren. Éste, subido al quicio de la ventana, ofrece a Jean irse con él. Dejar atrás el Club Fuego Infernal y a Eric. Éste último hace acto de presencia, pidiendo a ambos que permanezcan a su lado. Les informa de lo que sucede en Genosha y de lo necesario que es tomar parte en ello. Los argumentos de Eric parecen convencer a Jean… pero no a Warren, quien sale volando por la ventana.

El capítulo termina con Warren refugiado en la iglesia de Saint Patrick, en Manhattan, inclinado ante la figura de uno de los arcángeles. Mientras, bajo la lluvia, Sebastian Shaw lleva a Eric y Jean hasta unos hangares propiedad del Holding Shaw. Allí, les aguarda un avión de combate experimental conocido como “Pájaro Negro”, con el  que podrán llegar a Genosha desafiando los sistemas de radar del cerco implantado por las fuerzas armadas estadounidenses. Éstas aguardan una simple orden de la Casa Blanca para iniciar el ataque contra los rebeldes genoshanos. Mientras Jean y Eric caminan bajo la lluvia, ataviados con uniformes de cuero negro. En un último intento por contactar con Scott, Eric comprueba que sigue sin contestar. Sean cuales sean los problemas del joven Summers, tendrán que esperar. Genosha les espera.

Sebastian Shaw y Emma Frost ven el avión despegar. Ante la evidente frustración de ella, Shaw se limita a decir: “no se preocupe por la señorita Grey, Emma… No volverá con vida. Ninguno de los dos volverá con vida.”

Tom Welling es Centinela Nimrod 1.0
Escena Post-créditos: Al tratarse de un capítulo especial, los productores insistieron en introducir una escena a modo de “huevo de pascua”. En ella, tras los créditos del episodio, la acción se situaba en los exteriores de la mansión de Charles Xavier, visiblemente afectada tras los dos asaltos de Arma X. Bajo la lluvia nocturna y dentro de su coche, Jason Wynegarde trata de ponerse en contacto vía móvil con Jean. Ésta no ha aparecido a su cita. De repente, alguien introduce los brazos a través de la ventana del conductor, sacando a Wynegarde del coche. Éste reconoce a su atacante: es el misterioso individuo que ya intentó matarlo en el hospital. Wynegarde ruega por su vida, asegurándole que le pagará más de lo que paga Shaw por matarlo. Sin embargo, el misterioso atacante no parece reaccionar ante nada de lo que le dice: se limita a aferrarlo por el cuello… y a partirlo como si fuese una rama seca. Dejando caer el cuerpo sin vida de Wynegarde en el fango, vemos el punto de vista del misterioso atacante, el cual dispone de sensores cibernéticos que reconocen al difunto Wynegarde como “amenaza mutante… neutralizada”.

lunes, 18 de noviembre de 2013

1407 Graymalkin Lane - 1x10

La acción del capítulo arranca en el apartamento del difunto padre de Warren, donde Pietro y Forja – al igual que el propio Warren – han escuchado la confesión completa de Charles Xavier sobre lo que sucedió en Arma X y el intento por parte de Eric de emplear al – ahora difunto – hijo de Charles como arma de destrucción masiva contra los humanos, a modo de venganza por las atrocidades perpetradas en el programa Arma X. Pese a la incredulidad inicial de Warren, acaba tomando partido por Pietro cuando éste – contraviniendo “planes” que Forja le recuerda que deben cumplir - fuerza a Xavier a ayudarlo para encontrar tanto a Eric como a Wanda. Para dar con ellos, Forja les muestra lo que ha sido capaz de descubrir infiltrándose en las bases de datos de Industrias Trask: pese a que habían sufrido alguna clase de atentado “hacker” que había inutilizado sus sistemas, la corporación había logrado volver a poner en funcionamiento un dispositivo capaz de rastrear el gen “X” a gran escala. Aunque para ello necesitarían un telépata. Resignado, Charles acepta cooperar en ese asalto a Industrias Trask, aun sabiendo que una vez localizados sus objetivos Pietro le forzaría a “liberar” las mentes tanto de Eric como de Wanda. Sin embargo, no llegan siquiera a salir del apartamento: éste sufre el ataque quirúrgico de un comando de asalto perteneciente a fuerzas de SHIELD. Pietro, Forja y Charles son neutralizados y capturados, siendo Warren el único que logra escapar de ellos.

Entre tanto, amanece en los bosques del condado de Salem County. Allí, Eric pasea entre la espesura tratando de despejarse de los fuertes dolores de cabeza que sufre: aunque él no lo sepa, lleva tiempo sin recibir el reforzamiento psíquico que Charles realiza sobre su psique… y ésta se está comenzando a recuperar, tratando de mostrarle – a través de dolorosísimos sueños y visiones – la verdad de lo que pasó con sus hijos, Pietro y Wanda, a quienes cree víctima de un accidente de tráfico. En su paseo matutino por el bosque, Eric tropieza con Calisto que, acompañada de dos de los últimos Morlocks que le son fieles, ha decidido dejar atrás el refugio encontrado por Scott – actual líder Morlock – y llevarse consigo varios de los fardos de droga que encontraron ocultos en la vieja granja. Eric, aprovechándose del ego herido de Calisto, consigue forzarla a que suelte los fardos. Sin embargo, no impide que ella se marche con sus dos acompañantes, Máscara y Chico-Pájaro.

"No sé de qué vas, Lensherr... pero algo me dice
que no te conformarás con ser el segundo de Scott al mando de los Morlocks..." - Calisto 
Al mismo tiempo, Jean aguarda junto a un inconsciente Jason Wynegarde en la habitación de hospital al que fue trasladado tras salvar a la joven de lo que parecía un atentado contra su vida. Jean recibe la visita del detective Bishop, de homicidios. Éste le hace algunas preguntas sobre su relación con Jason y el atentado, entregándole una tarjeta a la que poder llamarlo “si recuerda alguna cosa más”. Tras su marcha, Jason no tarda en recuperar la conciencia, lamentándose por haber puesto a Jean en peligro. Le explica que teme que Emma esté detrás de ese atentado. “No es la primera vez que lo intenta…” advierte a Jean, asegurándole que conoce a Emma y sabe que es peligrosa. Que está trastornada y que, a menos que alguien la detenga, no parará hasta hacerle daño a él… y a la gente que le importa (incluyendo a Jean).

Mientras, en la vieja granja de los Summers, Scott coordina a los Morlocks en la restauración del viejo granero. Tiene lugar entonces la visita del sheriff Cardigan, representante de la ley local. Con los Morlocks debidamente ocultos, Cardigan pide a Scott acreditación sobre su derecho de propiedad sobre la granja. Scott consigue que el sheriff dé media vuelta recordándole que necesita una orden de registro para poner un pie en su propiedad. El sheriff se marcha… no sin antes realizar una velada amenaza contra Scott. “Espero que tenga muchos amigos que le protegan, Summers… los va a necesitar”. Descubrimos como espectadores que dentro del todoterreno del sheriff, están varios de los matones a los que Scott y Eric expulsaron de la granja el día anterior y que habían venido para llevarse los fardos de droga que había ocultos allí.

Coincidiendo con la marcha de Cardigan, Eric regresa a la granja y cuenta a Scott lo ocurrido con Calisto. Tiene lugar un pequeño enfrentamiento entre ambos cuando Scott se niega a quemar los fardos de droga: los Morlocks comienzan a tener hambre y piensa vender la mercancía para garantizar la supervivencia de su gente. Eric, en contra de eso, es quien acaba imponiendo su voluntad, recordándole a Scott que aun le queda mucho para ser líder y que “sin mi, no estarías al mando de los Morlocks”. Furioso, Scott se marcha dando un puñetazo contra una de las paredes y estando a punto de perder el control de sus rayos ópticos. Con Scott fuera de escena, Eric da órdenes a los Morlocks de que quemen los fardos de droga.

Clark Gregg
es el Agente Phil Coulson
Entre tanto, Charles despierta a bordo de un furgón de SHIELD. Allí, el agente Coulson le agradece su cooperación en la captura de los peligrosos terroristas Pietro Maximoff y Forja. Gracias a la intervención de su amiga Valerie Cooper, Charles es puesto en libertad y contempla como se llevan en helicóptero a Pietro y Forja, camino de unas instalaciones de máxima seguridad. Pietro trata de advertir a Charles de que si no les ayuda a escapar, están muertos. “¿Es que no lo ves? ¡Ellos están tras esa red que trafica con gente como nosotros! ¡Si no nos ayudas… eres cómplice de estos carniceros!”. Charles ignora las peticiones de Pietro y contempla como el helicóptero se marcha… mientras alguien desde una de las azoteas lo espía a él a través de un rifle de francotirador. Vemos que se trata de Mística, que se ha infiltrado entre los agentes que SHIELD tenía destacados en torno al perímetro.

Al mismo tiempo, en una de las azoteas del Soho, Warren pone fin a su huida. Confuso y ocultando sus alas mediante un guardapolvo robado, trata de poner orden a sus pensamientos. Está a punto de entrar en un viejo local que solía frecuentar cuando aun llevaba una vida fácil como niño rico, cuando tropieza con Sebastian Shaw. Éste, acompañado de sus guardaespaldas, reconoce al joven y, sabiendo de su situación – presuntamente muerto y perseguido por Arma X – decide darle cobijo. Warren acepta su oferta de recibir refugio bajo el techo del Club Fuego Infernal. Sebastian le explica que Eric, Jean y McCoy se encuentran también bajo su protección, y que Emma – “a la que sé que le unía algo más que una bonita amistad” – consiguió escapar del comando que asaltó la Mansión Xavier. Sin embargo, Sebastian le explica que Charles murió en un accidente de avión. Warren le oculta que eso no es cierto: que Charles sigue con vida. Pese a que Sebastian sabe que Warren le oculta algo, no ha conseguido saber qué es. Lo único que le cuenta es que Scott Summers consiguió escapar también… pero que lleva varios días desparecido (posiblemente presa de los mismos que asaltaron el último escondrijo en donde el propio Warren había encontrado cobijo).

En otro punto de la ciudad, en el Club Fuego Infernal, Jean regresa de su visita al hospital y se encuentra con Emma esperándola junto a la cama en la que yace, comatosa, Wanda – la hija de Eric. Ambas se disponen a sondear juntas la mente de la joven, sin embargo Jean aguarda que Emma ya se encuentra en trance y dentro de la mente de Wanda para poner sus manos en las sienes de Emma, ¡entrando así en su cabeza aprovechando que tiene la guardia baja!

Mientras tanto, en la vieja granja de los Summers, Eric trata de aliviar tensiones con Scott. Mientras le ayuda a vendar las magulladuras que se ha provocado en los nudillos, le deja claro que no ha querido discutirle su liderazgo sobre los Morlocks, pero que aun le queda un largo camino por recorrer para llegar a ser un líder sólido. En ese preciso momento, Caliban irrumpe en la improvisada enfermería que se ha montado en la cocina de la granja: ¡acaban de encontrar en el bosque a un malherido Chico-Pájaro! Éste, con una terrible herida de bala en el estómago, apenas logra susurrar algo antes de caer inconsciente: “tienen a Calisto… ellos… los traficantes… en el recodo del río…”

Dentro de la mente de Emma, Jean trata de buscar recuerdos del tiempo que la joven pasó en Heaven´s Fields, la escuela para niños “especiales” en la que trabajó Jason Wynegarde y donde ambas – tanto Emma como Jean – pasaron su infancia. Para su sorpresa, Jean se descubre atravesando los pasillos de la escuela de Xavier. Llega hasta un dormitorio donde un avatar de Emma, asumiendo su forma infantil de doce años, le dice que ella no debería estar ahí. La psique de Emma se resiste a que Jean descubra nada sobre ella y trata de expulsarla. Jean resiste y consigue derrotar en un combate psíquico a Emma, derribando uno de los muros de la habitación que deja al descubierto una biblioteca… donde cada libro recoge un fragmento de la memoria de Emma.

Emmy Rossum es Wanda Maximoff
Por su parte, Emma se encuentra dentro de la mente comatosa de Wanda. De nuevo, tal y como le ocurriese a Jean la primera vez, se descubre en medio de Central Park. Allí, la risa de un niño llama su atención. Sin embargo, las defensas psíquicas interpuestas por Charles Xavier la impiden llegar a saber quien es ese crío, dejándola fuera de juego antes de poder hacer nada.

Mientras tanto, en los bosques de Salem County, Eric y Scott llegan hasta el recodo del río, a tiempo de evitar que los traficantes den buena cuenta de Calisto. Ayudado de los poderes magnéticos de Eric, Scott lanza un potente rayo óptico que neutraliza al grupo al completo de los traficantes. Agradecida, Calisto toma su mano cuando Scott la ayuda a incorporarse, dejando claro que pese a ser el nuevo líder de los Morlocks no alberga rencor hacia ella.

Al mismo tiempo, en el Club Fuego Infernal, Warren es guiado por Tessa - otra de las secretarias personales de Shaw - a través de los pasillos del edificio cuando, pasando por una de las puertas entreabiertas, reconoce a Emma y a Jean… y ve como la primera de ellas sangra por la nariz de forma alarmante mientras la segunda tiene puestas sus manos sobre las sienes de Emma. Pensando que Jean pueda estar haciendo alguna clase de daño a Emma, Warren se lanza contra ella interrumpiendo la conexión psíquica de ambas. Eso provoca que Jean, que estaba a punto de leer uno de los “libros-recuerdo” de Emma dedicado a Shaw, sea incapaz de descubrir nada más que la primera página del mismo… el cual muestra un jeroglífico egipcio muy antiguo en el que unos sacerdotes vestidos de blanco y negro respectivamente rinden pleitesía a una especie de entidad mística. Un pájaro de fuego. De vuelta al mundo real, Jean se muestra confundida al encontrar a Warren zarandeándola y preguntándole qué le estaba haciendo a Emma. La escena termina con Shaw apareciendo por la puerta, a quien Tessa había llamado ante el extraño arrebato del joven. Para desviar sospechas, la reacción de Jean es la de lanzarse sobre Emma como quien no sabe qué le ha podido pasar y tratar de despertarla… sin éxito.

Mientras, en un pequeño restaurante de otra zona de Manhattan, Charles llama por teléfono a Valerie Cooper. Ésta le informa que el transporte que llevaba a Pietro y Forja fue atacado: ambos escaparon y el agente Coulson acabó en el hospital. Valerie le informa de que en SHIELD sospechan que todo haya sido una trampa urdida por el propio Charles, por lo que se ha convertido en blanco prioritario. Además, Valerie le dice que todas las unidades de SHIELD están en alerta ante la crisis que está teniendo lugar en la pequeña nación caribeña de Genosha, donde un golpe de estado ha “calentado” una situación de por sí inestable. Valerie recomienda a Charles que desaparezca del mapa durante un tiempo, que busque refugio en un lugar seguro. Tras colgar el teléfono y salir a la calle, Charles se dispone a abandonar Nueva York, justo cuando una voz familiar le llamada a sus espaldas: “¿Pro… profesor?”. Al darse la vuelta se tropieza con una temblorosa y atemorizada Jean que, con lágrimas en los ojos, le dice que desde que consiguió huir de la mansión ha estado siendo perseguida por los hombres de Arma X. Le cuenta que el resto – Warren, Scott, Eric… - han muerto, asesinados por ellos. Le pide que la lleve a un lugar seguro y, pese a las sospechas iniciales de Charles (Jean le dice que leyó la mente de uno de los soldados que atacaron la mansión y que por eso sabe que eran de Arma X), lo cierto es que de momento pone rumbo en dirección a la isla Muir.

Mientras, en la granja de los Summers, Scott y Eric deciden regresar a Nueva York y reunirse con McCoy y Jean. Scott, al escuchar su nombre, decide que esa es la razón definitiva que inclina la balanza para dejar el liderazgo de los Morlocks en alguien que lleva más tiempo que él haciéndolo: Calisto. Ésta acepta encargarse de los Morlocks en ausencia de Scott, mientras éste y Eric ponen rumbo de vuelta a la gran ciudad.

"Créame, señorita Grey... el Club Fuego Infernal
sólo quiere lo mejor para usted." - Sebastian Shaw
Al mismo tiempo, en el Club Fuego Infernal, Jean y Warren se encuentran en el despacho de Sebastian Shaw. Warren acaba confesando que, en efecto, interrumpió la sesión psíquica de ambas porque pensó que Jean le estaba haciendo daño a Emma. Shaw pide hablar a solas con Jean y cuando Warren se ha ido, Jean se sorprende al descubrir que, lejos de lanzarle una reprimenda, Shaw parece extrañamente complacido por lo que ha hecho Jean, como si estuviese orgulloso de verla hacer gala de ese poder. Por otro lado, Jean le dice que puede haber alguna clase de sello psíquico implantado en la mente de la chica en coma, Wanda, y se pregunta quien ha podido hacer algo así. Shaw le dice que hay gente muy poderosa capaz de hacer cosas como esa. Gente como su “amigo” Jason Wynegarde. Shaw trata de ponerla en contra de Jason, pero al sentirse incómoda ante las “libertades” que se toma Shaw – poniendo sus manos sobre sus hombros e invadiendo su espacio personal – Jean abandona el despacho de forma brusca, dejando a Shaw contemplando uno de los grabados egipcios que decoran la estancia y que es exactamente igual al que vio Jean en la mente de Emma.

El capítulo se cierra con un montaje musical en el que vemos a Charles conduciendo rumbo a isla Muir junto a una adormecida Jean… la cual, en un momento determinado, abre los ojos mostrando a la cámara como cambian a un color amarillo: ¡es Mística!

Emma Frost
ha cazado un ángel...
Por otro lado, Warren se encuentra en sus nuevos aposentos del Club Fuego Infernal viendo las noticias que hablan tanto de la aparición del enmascarado Ángel Guardián de Manhattan como de los últimos rumores que apuntan a que el heredero del Imperio Worthington, presuntamente muerto en accidente de avión, ha sido visto rondando por Manhattan. Emma entra en la habitación, apagando la televisión y llevando a Warren de la mano, camino de su dormitorio.

En el pasillo, Jean va camino de su habitación cuando ve a Warren de la mano de Emma perderse en sus aposentos. Sintiéndose doblemente traicionada por él, Jean se encierra en la ducha, bajo un chorro de agua fría. Frustrada, confusa y enfadada, el agua comienza a convertirse en vapor al contacto con el cuerpo desnudo de ella. Las nubecillas de vapor adoptan poco a poco la forma de un pájaro que, con sus alas, envuelven a la joven Jean.